jueves, agosto 18, 2011

La lección más valiosa

Mañana quizás deba sentarme en el fuego con mis hijos y nietos, y contarles que perdí muchas batallas y me convertí en el perdedor de otras. Aún así podré mirarlos a los ojos con orgullo, por que sé que en ninguna de esas batallas me di por vencido. Por que les contaré que luché hasta el final. Y ellos me valorarán más aún, sabiendo que no podemos ganar siempre, que a veces es imposible ganar, pero que aún así luché, frente a todo lo que se interpuso en mi camino. Que esas derrotas me dieron el conocimiento para lograr triunfar. Les contaré que viví siempre de pie, jamás me arrodillé frente a nada ni nadie, relataré mis triunfos con orgullo y mis derrotas con más orgullo aún, puesto que son en las derrotas en donde se ven los hombres y mujeres de verdad. Y les diré, que lo más importante en la vida, es jamás desistir, jamás rendirse. Que hay veces en que las cosas salen demasiado mal, en que nada funciona, veces en las que queremos tirar la toalla y abandonarlo todo. Y que no debemos hacerlo jamás, por que aunque perdamos, siempre ganaremos conocimiento y sabiduría. Que el único derrotado que existe en el mundo, es el que se rinde

martes, agosto 16, 2011

Hora de sincerarse

Dadas las circunstancias, no me queda mas remedio que sincerarme por este medio, ya que la persona que era mi confidente y mejor amiga hace mucho tiempo se separó de mí, y frente a un escenario en donde siento que nadie comprenderá, en donde no siento la confianza neta de NADIE MÁS para sincerarme de esta manera, lo haré por acá, ya que no quiero tener más esto en mi interior. Me siento extraño, me siento en "otra dimensión", en un mundo paralelo en que las cosas fluyen y fluyen, en donde mi cuerpo y acciones están en este plano pero mi mente está en otro, aún tratando de asumir, analizar y comprender todo lo que ocurrió desde aquél fatídico 30 de abril. Lo recuerdo perfectamente, aquél día en que perdí a lo que para mí era lo más importante en mi vida. Desde aquél día, he sido una función seno, viviendo entre la tristeza y la alegría, el optimismo y el pesimismo, la desesperación y la tranquilidad. Por momentos, acepto todo lo ocurrido, le pongo punto final a la página y trato con todas mis fuerzas de seguir adelante. Por otros momentos, me vengo completamente abajo, me odio una y otra vez, soy incapaz de aceptarme a mi mismo, y vuelvo a caer en aquél agujero, caigo, pensando una y otra vez si existe la posibilidad, por más remota que sea, de recuperarte. Pero choco con tus propias palabras, las cuales, aunque fueron escritas y no dichas, retumban en mi cabeza de la misma manera que lo hace la campana de la catedral en los oídos de Daredevil. Recuerdo las palabras de mi sicóloga: "Tú eres una persona que funciona y vive mucho mejor con pareja, prácticamente necesitas de alguien para poder estar en paz". Y lo analizamos, llegando a la conclusión que es cierto. Pero lamentablemente, ahora no es así. Ahora, que perdí lo único que llegué a jurar tendría por siempre, estoy solo, completamente solo, incluso al punto que ni siquiera "mi otro yo" está conmigo, esta vez si que estoy completamente solo, y a oscuras. No sé que hacer, lo que hago, es para distraerme, para que el tiempo avance, para no estar todo el día en la cama o pensando. Pero cada caída se vuelve más dolorosa, y más difícil de reponerse a esta. No me rendiré, eso está claro. Pero el asunto es que, a pesar de que toda la gente cree que ya superé todo esto, y que estoy bien, no es así. No es así ni siquiera en un bajo porcentaje, lo es en un mínimo. Aún está en mi mente, en mi corazón, en mis sueños y pesadillas, en mi todo. No sé que irá a pasar, ni si volveremos, o si fue el adiós definitivo. Creo que solo sé una cosa: NO ME RENDIRÉ, NO CAERÉ PARA NO PARARME POSTERIORMENTE. LUCHARÉ, Y TRIUNFARÉ. Saldré de esta situación, cueste lo que cueste, y volveré a ser feliz. ¿Por qué? Simplemente, por que eso quiero :)

Triste y solitario, pero fuerte

Que no demuestre tristeza, que no ande achacado todo el día, que siga mi vida normal y que las cosas hayan tomado un curso normal no es por que sea frío, ni por que las cosas no me afecten ni mucho menos por que la tristeza no me haya invadido por completo. Simplemente soy demasiado fuerte para dejarme abatir por aquello, pero no pasa un día en que no llore ni que mi corazón no se angustie. La soledad es lo que hay para mí ahora, es lo que mi corazón siente, una enorme soledad. La acepto, la sufro, y a través de ese sufrimiento, aprendo y lucho para poder superar esto...

viernes, agosto 12, 2011

ALBO, mi viejo amigo

Viejo y querido amigo, luego de mucho tiempo, nos volveremos a encontrar. Y prometo no volverte a dejar mientras el tiempo así me lo permita :)