Carta a mi mismo

La idea de esta entrada es generar una expresión literaria-personal; una carta escrita a mi mismo. Una carta al Sebastián Matías Matus Toro de enero del año 2009; hace casi 7 años. La verdad, no sabría explicar el porque decidí hacer esto, pero simplemente me pareció buena idea y quizás me ayude a sentirme mejor en estos turbulentos y complejos tiempos. Aquí va:

Querido Sebastián Matías Matus Toro de hace 7 años:

Hola, soy tú, y tú eres yo. Pero no soy tú, en todo sentido. Soy tú mismo, 7 años más adelante de tu época. Soy tú, de diciembre de 2015, ad-portas de terminar otro año más. ¿Bastante tiempo, no? Han pasado muchas cosas en estos 7 años, de verdad, MUCHAS COSAS. Me imagino que aún sigues deprimido por los resultados de las postulaciones. No te preocupes, fue lo mejor que pudo pasar. Me gustaría que tomaras una decisión por ti en estos momentos, pero si lo haces, quizás no aprendas las valiosísimas lecciones que te depara la vida. Aprenderás que lo más importante es uno mismo, aprenderás a levantarte después de las caídas, aprenderás a conocer mejor a la gente... Aprenderás muchas cosas. La idea de esta carta no es adelantarte a las cosas para que cambien su curso; eso sería hacer trampa para la vida. Mi idea es orientarte, darte tranquilidad y mostrarte cuánto has crecido en estos 7 años. Mostrarte en la persona que te has convertido. Mostrarte que con confianza y convicción, los objetivos se cumplen paso a paso. A mi aún me queda mucho camino. Créeme, en estos momentos las cosas no marchan tan bien como me gustaría, pero mejorarán y estarán bien. 

Uf, que difícil es esto. ¿Por donde partir? Supongo que por uno de los temas que más nos ha importado siempre: la vida emocional. Recuerdo lo feliz que debes ser con Evelyn. Bueno, disfruta esa experiencia al máximo y aprende todo lo que puedas de ella; todos esos momentos te ayudarán a crecer de gran forma como persona. Yo sé cuál es el desenlace de todo eso jajajaja y a pesar de que mis consejos probablemente te den una idea de que pasará, finge sorpresa y aprende. En estos momentos, ya no tenemos una ni dos ex-pololas, si no tres. Sin duda que aprendimos muchísimo de cada una de ellas y nos permitieron madurar y crecer muchísimo; sin embargo, sé que, en parte, es decepcionante, ¿no? Siempre quisimos una sola mujer, y ahora como mínimo, nos quedaron con "la cuarta". Pero, al igual que con el resto de cosas que mencionaré, aprende y sigue. El tiempo te demostrará lo capaz que eres, así que no dudes en seguir adelante y lograr lo que siempre has querido. Te demostrarás a ti mismo que todo es posible. Que el único límite que vamos a tener somos nosotros mismos. 

Pasarán muchas cosas en estos siete años: seremos felices, estaremos tristes, viviremos alegrías, victorias, decepciones y dolorosas derrotas. Repito que no es mi intención adelantarte a lo que sucederá, debes aprender por ti mismo y saber obtener las mejores lecciones de ellos, y el hecho de que sepas lo que va a pasar, te hará de forma inconsciente evitar toda situación dolorosa. Y así, la vida pierde su esencia. El dolor no es algo que podamos ni debamos evitar: en el dolor está el conocimiento. En las situaciones complejas es en donde se ve de que está hecha una persona. Y créeme, nosotros estamos tallados en un material indestructible. Nuestra resiliencia (debes estar ya buscando en google que es, a esa edad no manejábamos vocabulario de esta índole jajajaja) es elevada, y nos vamos a sobreponer a todo lo que nos ocurra en estos años, como también a lo que ocurre en los años posteriores a esta carta. No nos doblegaremos frente a nadie ni frente a nada.

Me gustaría poder contarte nuestra posición y logros, pero no es conveniente. Sólo te diré que hemos logrado muchas victorias personales, las victorias más importantes en la vida. Al carajo las medallas de los campeonatos que ganamos, los diplomas, reconocimientos públicos. El mejor reconocimiento y victorias que podemos tener son las personales, y luego de eso, el mejor reconocimiento que podemos tener siempre será el de nuestros seres queridos/cercanos. Y ese es el último punto que me gustaría tocar en esta carta: la amistad.

En esos momentos, contábamos con gente muy valiosa y amigos simplemente increíbles. Sin embargo, créeme, será mucho mejor. Uno de los tesoros más valiosos con los que contamos en estos momentos, son nuestros amigos. Nuestras amistades, que han estado ahí en los momentos más difíciles de nuestras vidas, esa gente que está contigo y que en los peores momentos está aún más contigo. Algunos seguirán caminando junto a ti, y otros se unirán en el camino; pero cada persona aportará más que un granito de arena para que seas feliz y sigas adelante. Toma la amistad con esas personas, consérvala y cuídala como la más grande de las recompensas de la vida. En estos momentos, y probablemente por siempre, se trata de algo realmente valioso, que no podemos medir ni comparar con nada. Y esas amistades a la vez son el reflejo de nosotros mismos: tenemos defectos como todo ser humano, pero somos buenas personas. Somos gente de buenas intenciones, que siempre tratamos de dar y hacer lo mejor. Somos fieles y dispuestos a ayudar a las personas; más aún, a nuestros amigos. Debemos llevar este estandarte de amistad y fraternidad por toda nuestra vida y mostrarlo con orgullo: no mucha gente tiene la dicha de decir que tiene tantos y tan buenos amigos, que no te abandonan y que están ahí SIEMPRE. Aprenderás con el tiempo el peso de palabras como "siempre" o "nunca". Y créeme, a pesar de eso, NUESTROS AMIGOS ESTARÁN AHÍ SIEMPRE, Y NUNCA NOS ABANDONARÁN. 

Para finalizar, me gustaría que guardaras contigo las siguientes palabras:

"No dudes nunca de ti mismo. Eres capaz de hacer lo que te propongas; más no necesariamente lo lograras en los primeros intentos. Pero la vida no se trata de llegar primero a la meta, porque las verdaderas competencias no se llevan a cabo contra otras personas; se desarrollan en contra de uno mismo. Si somos capaces de llegar a la meta a pesar de los obstáculos, desviaciones, distracciones, etc. Y lo único que nos separa a nosotros de nuestras metas somos nosotros mismos. Paciencia, perseverancia, amor propio, buenas intenciones, consecuencia, atrevimiento, valentía... Son virtudes que debes seguir desarrollando en el afán de conseguir los anhelados sueños. Créeme, los vamos a conseguir. Sólo debemos luchar, recordando que nuestras armas son nuestras virtudes y capacidades, nuestro escudo  es nuestra resilencia, y nuestro ejército son los hermanos y hermanas que siguen caminando con nosotros en el camino de la vida. Ve adelante y lucha. Y JAMÁS TE RINDAS"

Todo saldrá bien. Nacimos para ser felices: lo fuimos, lo somos, y lo seguiremos siendo. El más fraternal de los abrazos, y espero que estas palabras te hayan servido de algo. Consérvalas: cuando llegue diciembre del 2015, deberás escribirlas para el Seba del 2008, como en estos momentos yo te las escribo a ti, y como el Seba del 2020 me debe estar escribiendo una carta. Cuando el momento llegue, te enterarás de como seremos en el 2020. Yo sé que seremos aún más fuertes, mejores y más maduros que ahora. De verdad, si me pudieses ver ahora, estarías orgulloso. Así que sigue adelante sin miedos y con convicción, la victoria siempre ha dependido y dependerá de nosotros. 

                                                                                                               Sebastián Matías Matus Toro
                                                                                                                        7 de diciembre del 2015