miércoles, octubre 01, 2014

La razón de la victoria

A final de cuentas, nunca será la capacidad, la plata, el talento ni la inteligencia... Ningún otro factor, salvo el corazón, te dará la victoria. El resto ayuda, pero el corazón es quién determina el resultado final.

domingo, abril 27, 2014

LBDGA

Y ya son dos años. Ni siquiera tengo una foto contigo, pero te tengo en el lugar más importante de todos: mi corazón. Algún día te veré de nuevo guatón, te pediré disculpas y alentaremos al más grande. Te quiero gordo, siempre en la memoria.

domingo, abril 13, 2014

Shadows Betray You...



BECAUSE THEY BELONG TO ME!!! 

lunes, marzo 17, 2014

La gallina y los huevos

Muchas veces en mi vida, he dudado si estoy haciendo las cosas bien o no. Uno tiende a pensar, que si hace las cosas bien, todo saldrá bien. Y eso no es necesariamente así. Si uno cuida mucho a una gallina, por ejemplo, no necesariamente nos dará los mejores huevos. Y ahí es donde viene una decisión importante en nuestras vidas, seguir por la misma senda, que creemos (o creímos) que es la correcta, o tomar otro camino, uno quizás más fácil y menos doloroso. No soy ni por lejos la persona que más mal lo ha pasado en su vida, pero si he tenido momentos difíciles y he cometido muchos errores. Pero, doy mi máximo y sé que estoy mejorando, día a día, paso a paso. Doy lo mejor de mi siempre, y he mantenido mis creencias siempre intactas a pesar de que por momentos ha sido muy difícil. ¿Por qué? Siempre tuve la convicción de que algún día llegaría una recompensa para mi. Que algún día las cosas comenzarían a salir bien, que sólo debía seguir poniendo todo mi empeño y mi corazón. Y así fue. La gallina comenzó a darme huevos cada vez mejores. Y mi vida comenzó a mejorar mucho, de la mano conmigo, que también he mejorado y avanzado mucho en todo sentido.

Así comenzó a ser de a poco, la gallina seguía lanzando excelentes huevos, los cuales disfrutaba cada vez más. Seguí dando mi máximo siempre, y los huevos sólo mejoraban. Pero de pronto, algo muy extraño pasó: la gallina me lanzó un huevo de oro. Me lanzó un huevo que uno encuentra muy rara vez en la vida, de esos que algunos encuentran y no valoran, y que otros pierden su vida entera buscando. Fue la forma que tuvo la vida de decirme: "Seba, estás haciendo las cosas bien. Este es tu premio por hacer las cosas de esa forma, por no rendirte nunca y jamás dejar de luchar. Esta es tu recompensa y la prueba de que eres alguien bacán, que vale la pena a pesar de sus defectos".

Yo sé que tengo muchos defectos, que a veces la cago harto y cometo errores. Soy humano. Trato de arreglarlos y de siempre dar lo mejor de mi. Para compensar esas cosas tengo mi corazón, que es grande y que me hace seguir adelante SIEMPRE. Ahora que tengo un huevo de oro, sólo me queda cuidarlo como lo que realmente es: algo único en la vida. Y si llega el día en que ese huevo de oro ya no me pertenece, me quedará la tranquilidad de que cuide a ese huevo y que lo di todo. Y tendré el honor de decir, que tuve por algún tiempo algo único en la vida, mi prueba de que realmente valgo mucho.

Por ahora, disfruto este regalo, lo cuido y me llena de orgullo decir, que tengo un huevo de oro en mi vida. Para mi es un honor :)

 

domingo, enero 26, 2014

Perdóname Guatón

Guatón culiao, perdóname. Jamás derramé una lágrima por ti, ni te dije las cosas cuando estabas vivo. He ido a verte sólo una vez al cementerio. No me gustan esas weás, nunca te lo dije pero no me gustan. Hice lo que pude, jamás me imaginé que pudiese pasar lo que pasó. Sólo, lo lamento por todo guatón. Te recuerdo en cada partido y el próximo campeonato, LOS próximos campeonatos, serán para ti. Donde quiera que estés, espérame. Yo llegaré algún día, volveremos a cantar y alentar como solíamos hacerlo. Te pediré disculpas y te diré cuánto te quiero, te daré las gracias por apañarme en muchos viajes y por ser un hueón de verdad. Trataré de llevar conmigo una parte de ti, y vivir de manera que honre tu memoria. Perdóname Guatón, yo no sabía que te iban a matar. Te vi dos semanas antes de eso, y todo estaba bien. Yo no sabía, perdóname...