lunes, marzo 17, 2014

La gallina y los huevos

Muchas veces en mi vida, he dudado si estoy haciendo las cosas bien o no. Uno tiende a pensar, que si hace las cosas bien, todo saldrá bien. Y eso no es necesariamente así. Si uno cuida mucho a una gallina, por ejemplo, no necesariamente nos dará los mejores huevos. Y ahí es donde viene una decisión importante en nuestras vidas, seguir por la misma senda, que creemos (o creímos) que es la correcta, o tomar otro camino, uno quizás más fácil y menos doloroso. No soy ni por lejos la persona que más mal lo ha pasado en su vida, pero si he tenido momentos difíciles y he cometido muchos errores. Pero, doy mi máximo y sé que estoy mejorando, día a día, paso a paso. Doy lo mejor de mi siempre, y he mantenido mis creencias siempre intactas a pesar de que por momentos ha sido muy difícil. ¿Por qué? Siempre tuve la convicción de que algún día llegaría una recompensa para mi. Que algún día las cosas comenzarían a salir bien, que sólo debía seguir poniendo todo mi empeño y mi corazón. Y así fue. La gallina comenzó a darme huevos cada vez mejores. Y mi vida comenzó a mejorar mucho, de la mano conmigo, que también he mejorado y avanzado mucho en todo sentido.

Así comenzó a ser de a poco, la gallina seguía lanzando excelentes huevos, los cuales disfrutaba cada vez más. Seguí dando mi máximo siempre, y los huevos sólo mejoraban. Pero de pronto, algo muy extraño pasó: la gallina me lanzó un huevo de oro. Me lanzó un huevo que uno encuentra muy rara vez en la vida, de esos que algunos encuentran y no valoran, y que otros pierden su vida entera buscando. Fue la forma que tuvo la vida de decirme: "Seba, estás haciendo las cosas bien. Este es tu premio por hacer las cosas de esa forma, por no rendirte nunca y jamás dejar de luchar. Esta es tu recompensa y la prueba de que eres alguien bacán, que vale la pena a pesar de sus defectos".

Yo sé que tengo muchos defectos, que a veces la cago harto y cometo errores. Soy humano. Trato de arreglarlos y de siempre dar lo mejor de mi. Para compensar esas cosas tengo mi corazón, que es grande y que me hace seguir adelante SIEMPRE. Ahora que tengo un huevo de oro, sólo me queda cuidarlo como lo que realmente es: algo único en la vida. Y si llega el día en que ese huevo de oro ya no me pertenece, me quedará la tranquilidad de que cuide a ese huevo y que lo di todo. Y tendré el honor de decir, que tuve por algún tiempo algo único en la vida, mi prueba de que realmente valgo mucho.

Por ahora, disfruto este regalo, lo cuido y me llena de orgullo decir, que tengo un huevo de oro en mi vida. Para mi es un honor :)

 

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